Enfermedades de las princesas Disney
- viridiianamedina2003
- 22 oct 2018
- 2 Min. de lectura

En esta publiacion les voy a mencionar cual son las enfermedades que padecen las princesas de Disney.

Ariel y el Síndrome de Diógenes
Ariel, la sirenita que mejor canta en el mar. Y entre sus aficiones, coleccionar objetos de humanos. Traducido a nuestra realidad, podría tener el Síndrome de Diógenes. Su cueva está llena, literalmente, de un pequeño caos que podría convertirse en museo.

Alicia en el País de las Maravillas, o el síndrome de Todd
Una de las películas más locas de la factoría Disney. Mientras hay quien relaciona la película y a su protagonista con algunas drogas, también es posible que padeciera el síndrome de Todd, una enfermedad también llamada Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas por la relación existente entre sus síntomas y las extrañas vivencias por las que pasa la niña a lo largo de la historia.

La Bella y la Bestia, o el Síndrome de Estocolmo
Bella, la chica lectora, inteligente, y guapa, se cambia en un castillo siniestro por su padre para que salga libre. Allí, se enamora de una Bestia un tanto extraña. Podría padecer el síndrome de Estocolmo, es una reacción psicológica a través de la cual la víctima de un secuestro desarrolla un vínculo afectivo con el responsable de su situación.

La Bella Durmiente, o el complejo que lleva su nombre
La protagonista es una niña que se cría en el bosque con unas hadas, y un día cantando encuentra a un príncipe. Tras pincharse con la rueca cae en un profundo sueño y el príncipe, que vuelve a buscarla, la despierta con un beso.
Científicamente se conoce como Síndrome Klene-Levin, se trata de un trastorno neurológico poco habitual que se caracteriza por períodos de excesivo sueño (que pueden llegar a durar semanas e incluso meses), durante los cuales se pueden sufrir alteraciones del comportamiento y amnesia.

La Cenicienta, o la prosopagnosia
La Cenicienta tiene su momento culmen cuando pierde el zapato de cristal en la escalera. El príncipe que va en su busca dice que se casará con la dueña del zapato. No reconocer un rostro se conoce como prosopagnosia, una forma de agnosia visual que provoca que aquellos que la padecen sean incapaces de reconocer los rostros. Se debe a la presencia de enfermedades neurodegenerativas o a lesiones en el lado derecho de las circunvoluciones lingual y fusiforme y afecta a un 2’5% de la población real.
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